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lunes, 4 de agosto de 2008

Tuluá Discurso

Tulua,Julio 24, 2008

Primero quiero agradecerles por haber aceptado mi invitación, es para mí un honor que ustedes esten presentes para compartir la alegría de presentar mi libro en ésta mi querida tierra,pues soy lo que soy, y he llegado a donde estoy porque mis raices se nutrieron de este suelo, porque el acero de mi alma se forjo en su fuego y porque su gente linda sembró en mi vida.

Les doy gracias a Dios por el privilegio de la vida y la clase de alma que me fue dada y a Ti a quien este libro va dedicado; y ese a ti se refiere a ti, a él o ella, (todos aquellos que han pasado por mi vida y aún sin darse cuenta han dejado huellas muy profundas). Por eso hoy me hago valiente y ésta forma de sentir tan mía quiero compartirla contigo. En cierta forma devolver un poco de lo bueno que hay en mí y que recogí en mi caminar contigo.

Habría sido imposible producir un libro de ésta clase, sin ésta gloriosa alma que me asiste y sin tu presencia en mi vida.
Sin ti, no habría acumulado tantas experiencias, no habría sabido de caricias ni de ausencias, ni travesuras en la escuela, ni de como se comparte un silencio. Y sin mi alma no habría apreciado el candor de las rosas, el susurrante repiquetear de la lluvia en el tejado, el embrujo de la luna escapándose en la noche, la plenitud escondida en un sorbo de agua fresca, la magia materializada en la sonrisa de un niño, o disfrutar simplemente de las hojas amarillas esparcidas en otoño por el suelo.

Expresado quedan allí mis sentimientos bajo los diferentes prismas que la vida me presentó en su momento. Retomando las palabras de mi mentora: Alfonsina Storni: “ Soy un alma desnuda en estos versos, alma desnuda que angustiada y sola va dejando sus pétalos dispersos”. Si… definitivamente lo que presento aquí es mi alma.

A veces por largas temporada el alma se quedó en silencio, mi pluma languideció de aburrimiento en el tintero, y la eterna noche me desafió con apagar mi llama. Pero como todo en este plano es pasajero; ese tiempo de insondable silencio se quedo atrás, y aprovechando la oportunidad que la vida me brinda, quiero compartir con mi gente: estos mis escritos, mis sentimientos, mi amor, mi pensar y mis silencios.

Un agradecimiento muy especial va dirigido a Carlos Alfonso Potes V. mi amigo de la infancia, que alimento en mí la idea de publicar mis poemas, y que con mucha sutileza casi que me empujó a componer más poemas y quien se encargo no solo de buscar por mi las personas importantes para la realización de este sueño sino también que estuvo pendiente de todos los requisitos indispensables y que hoy comparte conmigo ésta dicha de presentarles a Ustedes este mi libro. ( ...y como no podemos dar de lo que no tenemos, quiero regalarles un trocito de un poema; titulado Amistad, que hice para él:

Amistad
Es la voz que se queda en silencio para escuchar el monólogo
del alma del amigo, pero que dulce y melodiosa nos sosiega
cuando la angustia, la indecision, o el temor nos amedrentan.
Es ese gesto desinteresado, estoico y altruísta
que un día cualquiera nos alcanza una estrella.

De igual manera, mi eterno agradecimiento al escritor Tulueño: Gustavo Álvarez Gardeazábal quien me hace el honor de escribir el prologo para mi libro. Y me quedo corta de palabras para expresarle mi gratitud. Me siento muy honrada que sea precisamente usted quien me llame poeta, que ponga mi nombre junto al de Omar Ortiz y me ponga en la lista de poetas tulueños. Cuando el maestro nos da el tan anhelado nombre, del alma los confines rebosan de emoción y orgullo por el honor que se nos hace.

También a las siguientes personas que tan generosamente aportaron su tiempo y su esfuerzo para llevar a buen termino esta obra:

A mi familia, por que son parte central en mi historia, quienes escriben en ella, borran, tachonan y volvemos a contar, que como dice Mario Benedetti “Solo para que sepas que puedes contar conmigo y no hasta diez o hasta cinco, sino … contar conmigo” . Porque aprendimos juntos y haciendo un inventario, tengo mas recuerdos lindos que amargos y sin olvidar los perros y los gatos que irremediablemente pasan a formar parte de nuestras familias.

Al Señor Hernando Vicente Escobar quien con su dedicación y conocimiento de la materia logró coordinar las diferentes partes de esta obra y por su paciencia para escuchar mis quejas y requerimientos, y por contestar siempre mis correos.

Al Señor Omar Ortiz poeta que con su aporte logro la corrección de la obra que por mi lejanía y estar embebida en esta cultura Americana, él puede tener una visión diferente. Además permitir a través de Luna Nueva la edición de este mi sueño y hacerme llegar a pesar de la distancia un regalo para el alma.

Agradezco al señor Jesus Ernesto Victoria Valderrutén, presidente de la Cámara de Comercio, lo mismo que a la junta directiva, por haber acogido este evento cultural como parte de us 63 avo aniversario, y por su invaluable apoyo para que esta idea saliera adelante.

Lo mismo al director del Departamento Administrarivo de Arte y Cultura de municipio de Tuluá: Doctor Francisco Girón Ocampo, por abrir para mí y mis amigos las puertas de la casa de la cultura refugio del arte. Y poder acogernos bajo el mismo techo y saborear de algo que nos hace disfrutar mejor de nosotros mismos como personas: el sentimiento hecho verso.

A Tuluá, mi tierra, que me brindó amigos: invaluable posesión, noches estrelladas, calidas y bellas, y que al aroma del jazmín de noche abrió mi alma a los poemas; a la escuela Antonia Santos, al colegio Nazareth donde aprendí no solo mis letras si no también el ejercicio inigualable de cultivar una flor: el pensamiento.

Hoy no vine a tratar de ser profeta en mi tierra, vine a rendirle homenaje a Tuluá, mi tierra pues soy lo que soy, por lo que me dio ella.

Y por último, pero no menos importante, Al Dr. Miguel A. González por haberme confiado hace ya mucho tiempo, no solo sus preciados libros de poemas, sino también su amistad y su cariño. A él quiero entregarle ésta copia de mi acuarela “Letting go”, “Dejandole ir”, la original no pudo ser pues fue mi manera de tratar con el dolor en la despedida de alguien muy querido para mi: Carlotica de González, mi mamá putativa.

Gracias por estar ahi, vine a traerles lo mejor de mi, mi poesia, y no me defraudaron , yo sabia que podia contar con esta gente linda, y ustedes respondieron.

Otra vez Gracias.