Yo sé que cada una de mis palabras está
destilando tristeza,
pero tengo alma de poeta y los poetas
tenemos
una manera particular de degustar la
tristeza.
Escribir y llorar es mi forma de lidiar con
el dolor
ésta vez, parece ser que va a tomar más
tiempo,
porque nunca antes perdí a mi padre.
Tus palabras son hermosas, y tienes toda la
razón.
Te
agradezco que quieras levantar mi espíritu,
pero el dolor de su ausencia sobrepasa
cualquier razonamiento.
Las lágrimas me fueron dadas para
llorarlas.
Nadie sabe la sed con que otro bebe;
y si
algo me pertenece por derecho propio
es
la libertad de vivir mi duelo a mi manera.
No es que haya perdido mi juguete
preferido,
ni
que haya fallado una prueba crítica,
es que
me fue arrancado de tajo y por sorpresa
un
pedazo mismo de mi alma.
Este
es un dolor de ausencia y
tengo remordimiento de lo que he perdido,
tengo compasión de mi misma por lo que me
falta
y
solo mis lágrimas redimirán este vacío.
¡Es mi duelo, y lo vivo y lo trasciendo a
mi manera!
©Libia A Quintero Goncalves
No hay comentarios.:
Publicar un comentario